2024
EnsayoPor Anaïs Rachou, diseñadora y estudiante del diplomado “Liderazgos para la regeneración ecosocial” del Instituto para el Desarrollo Sustentable UC
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El efecto de las actividades humanas sobre el planeta es conocido desde décadas. Aunque con menos data y certeza que hoy en día, en 1979 ya se levantaban alertas tempranas por la National Academy of Science estadunidense (Charney, 1979); las cuales han sido confirmadas en cada reporte publicado por el IPCC desde su creación en 1988. En paralelo, el contexto político de guerra fría estableció el escenario para una lucha ideológica en cual el capitalismo salió ganador. Y pues, teorías como la curva de Kuznets (Kuznets, 1955) – y sus extensiones (Grossman & Krueger, 1991) donde el desarrollo económico viene a solucionar cualquiera externalidad que genera al inicio – tienen un respaldo político y societal fuerte.
Cuarenta años después seguimos la misma trayectoria (ver Ilustración 1): un modelo basado en el crecimiento y la extracción; pero hoy indicadores varios nos demuestran que el modelo actual no está funcionando; por ejemplo, la superación de 6 de los 9 limites planetarios definidos por el Stockholm Resilience Center (ver Ilustración 2), o el regreso hacia una tendencia de aumento de las desigualdades desde los años 1980 (ver Ilustración 3)… Estos indicadores reflejan las tensiones y los riesgos que hoy viven muchas personas de primera frente, desembocando en múltiples y diversas crisis a través del mundo. Pero también, aparecen poco a poco alternativas o pasos hacía modelos distintos.
¿Después de décadas en conocimiento de las actividades del humano sobre el planeta, será que la intensificación y diversificación de la crisis del modelo actual nos llevará a salir de la inercia? Aunque existan trayectorias potenciales muy distintas, ha sido claro que las crisis han llevado a cambios importantes por el bien o por el mal y con elementos claves, nos podrían acercar a un futuro deseable regenerativo. Aplicaremos el concepto de los 3 horizontes y ejemplos del pasado y presente para tratar de responder.
Primero, en el horizonte 1, indagaremos más en las posibles salidas de una crisis, para después, destacar el acompañamiento entre modelos, como el factor de éxito en el aterrizaje de dicha crisis. Además, hablaremos del rol de una visión futura común (horizonte 3) en esta transición, y finalmente, de los posibles caminos para llegar ahí (horizonte 2).
Los últimos años han sido marcados por muchos eventos fuertes: el COVID, los conflictos en Ucrania o Palestina, o los movimientos sociales de 2018 (Chile, Francia, Irán…), pero también la manifestación cada vez más evidente del cambio climático. La intensidad y la variedad de dichos eventos ha llevado al World Economic Forum a alertar sobre una potencial “policrisis” que podría resultar de la interrelación de cada uno de estos eventos y de los riesgos vinculados. (Torkington, 2023)
Aunque el escenario se ve complicado, no es la primera vez que la sociedad se enfrenta a crisis y lo interesante de esta situación será como actuaremos y las decisiones que se tomarán. Según Klein, estos tiempos son especialmente importantes para evitar la “doctrina del shock”. Se basa en el ejemplo de Chile en los años 1970, donde se aprovechó del shock del golpe de estado para poder implementar reformas neoliberales que de otra forma habrían enfrentado una fuerte resistencia. (Klein, 2007) Sin embargo, también se puede ver ejemplos positivos de reacciones a las crisis. Hace casi 80 años ahora que se crearon las Naciones Unidas, y pues fueron 80 años con una bajada significativa de los conflictos armados entre países, lo que permitió mejorar la colaboración internacional. Esta institución no es el único legado de la crisis de la segunda guerra mundial. Varios países europeos conocieron reformas sociales importantes durante los años que siguieron para poder construir esta nueva era en base al valor de la paz y en las futuras generaciones. Algunas de estas reformas fueron, la obligatoriedad de la educación hasta los 16 años en Francia en 1945, la ley de la seguridad social de 1957 en Alemania, o la National Insurance Act del Reino Unido en 1946.
Más recientemente, tras las manifestaciones de los “chalecos amarillos” en 2018 en Francia causadas por el anuncio de un impuesto sobre los combustibles dentro de un contexto de tensiones socioeconómicas, el gobierno francés respondió a la crisis con la Convención Ciudadana por el Clima. Aunque el resultante ha sido criticado, la primera reacción del gobierno ha sido una propuesta innovadora para reabrir el diálogo y construir un futuro juntos, que hablaremos más adelante.
Por mientras, creo importante volver algunos meses antes de la Convención y hacer zoom dentro del contexto de los primeros críticos del impuesto sobre los combustibles. En efecto, la mayoría de las primeras manifestaciones ocurrieron en zonas rurales donde los habitantes se sintieron una vez más abandonados por los políticos, que privilegian las necesidades de las ciudades y no consideraron que el día-día en zona rural depende del auto, por la difícil conectividad de las provincias, especialmente en la “diagonal del vacío” y donde el sueldo promedio es más bajo. (Elabe, 2019) Estas reivindicaciones contrastan bastante con los análisis que muestran que el 1% de los franceses más ricos contaminan hasta 10 veces más que los 50% más pobres o con las exoneraciones que beneficia el sector aéreo por ejemplo en el país. (Poidatz, 2023)
Aunque el impuesto en el carbono fue una medida sugerida en el protocolo de Kioto para moverse hacía una economía cada vez más independiente de los combustibles fósiles, este contra-ejemplo demuestra la importancia de cuidar y manejar las tensiones que puede generar una transición del modelo actual al futuro, o del “Dominant system” al “Emergen system” según el Two Loop Model. Para asegurar una transición exitosa, un elemento clave será el trabajo de “hospice” que permitirá mantener la cohesión social. Douglas Thompkins lo entendió años atrás con la creación del Parque Patagonia, aunque se ha hecho varios enemigos en este mismo momento, se dio cuenta que uno de los grupos que iban a sufrir de la transición de esta zona hacía un espacio de conservación y regeneración eran cazadores de pumas. Para implicarlo en la creación del parque, contrataron un grupo como los primeros guardaparques, apoyándose en sus conocimientos del puma, de su hábitat y sus hábitos para protegerlo. (Franklin, 2021) Este ejemplo demuestra no solo una transición lograda tanto de estas personas, como de estas tierras, sino como se logró reusar el pasado para crear el futuro o el “compost” según el modelo Two Loops.
Otro elemento clave que usó Thomkins para sus esfuerzos para la regeneración y conservación ha sido la creación de una visión, un futuro común, la visualización de un horizonte 3. En efecto, en paralelo de su trabajo en Chile, ha tenido varias ambiciones también con tierras abandonadas en Argentina. Desesperado por el estado de los esteros de Iberá, denunció varias malas prácticas y ganó varios casos judiciales que han mejorado poco a poco el escenario, pero se necesitaba un cambio más profundo para poder asegurar la regeneración y protección de estas tierras. “Tompkins savored the legal triumphs and the early signs that habitats could bounce back far more quickly than anyone predicted. Yet he knew that it was a fragile victory. Kris, Sofia, and Marisi brainstormed: How could they encircle this wonderland with a moat of defenders?” (Franklin, 2021).
Es por eso por lo que invitó varios de los alcaldes de esta provincia a visitar el Parque Pumalín en Chile, usándolo de ejemplo vivo de un futuro posible para Iberá. Esta estrategia funcionó ya que hoy se volvió un parque nacional.
Más de 10.000 km allá, y años después, volvemos al caso de la Convención Ciudadana por el Clima. Acá también tenemos un caso de escuela de la construcción de una visión común y el poder de cohesión que tiene. La convención juntó a 150 personas, elegidas en base a un muestreo que asegura la representatividad de la población según el género, la edad, la profesión, el nivel de diploma, el tipo de territorio (urbana/ rural por ejemplo), y la zona geográfica. Su mandato consistía en formular propuestas para enfrentar la crisis climática en Francia; y a pesar de la gran diversidad, del contexto de tensiones sociales (chalecos amarillos) y de las grandes diferencias de conocimientos/interés en cuanto a sostenibilidad, se logró armar un plan coherente de 149 propuestas con una convención unida (el 95% de los participantes votaron positivo para presentar estas propuestas) y orgullosa detrás de este trabajo. (Convention Citoyenne pour le Climat, 2021)
Los meses en cual ocurrieron las distintas sesiones de la Convención han sido lleno de esperanza viendo a estas personas de contextos muy distintos, ponerse de acuerdo hacía un futuro regenerativo. Pero a pesar de un compromiso inicial de parte del gobierno de adoptar todas las propuestas, se terminó volviendo a un modelo dominante donde la mayoría de las propuestas fueron adaptadas o derechamente omitidas en la ley clima y resiliencia oficializada en 2021. Este tipo de recaída es caracterizante del horizonte 2. En este caso, esta iniciativa ha tenido, creería, efectos positivos hacía el tercer horizonte por mostrar un modelo de conversación y creación ciudadana para la resolución concreta de desafíos; pero también un efecto negativo por desmotivar y volver a los esquemas habituales políticos.
En conclusión, enfrentamos una intersección crítica: las crisis actuales no solo exponen la fragilidad del modelo dominante, sino que también presenta una oportunidad para un cambio transformador hacía un modelo regenerativo. La historia muestra que las crisis pueden ser catalizadores poderosos para la transformación, como lo evidencian la creación de las Naciones Unidas. Sin embargo, para fructificar esta energía, será esencial mantener una cohesión social fuerte. Para esto, algunos de los elementos claves serían i) abordar las tensiones inherentes a la transición y ofrecer acompañamiento a las comunidades y entidades afectadas, ii) potenciar las instancias de participación e interacciones ciudadanas (como la convención), iii) crear una visión común.
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Bibliografía
Charney, J. G. (1979). Carbon Dioxide and Climate: A Scientific Assessment (Report No. 438). National Research Council.
Kuznets, S. (1955). Economic Growth and Income Inequality. Journal of Politica Economy.
Grossman, G. M., & Krueger, A. B. (1991). Environmental Impacts of a North American Free Trade Agreement. National bureau of economic research.
Torkington, S. (13 de Enero de 2023). We’re on the brink of a ‘polycrisis’ – how worried should we be? Obtenido de World Economic Forum: https://www.weforum.org/agenda/2023/01/polycrisis-global-risks-report-cost-of-living/
Klein, N. (2007). La doctrina del shock. Metropolitan Books.
Elabe. (20 de Marzo de 2019). Institu Montaigne. Obtenido de https://www.institutmontaigne.org/expressions/les-gilets-jaunes-la-partie-emergee-de-la-crise-sociale-francaise
Poidatz, A. (Noviembre de 2023). Oxfam France. Obtenido de https://www.oxfamfrance.org/app/uploads/2023/11/Sous-embargo_Focus-France-rapport-inegalites-et-climat.pdf
Franklin, J. (2021). A Wild Idea. HarperCollinsPublishers.
Convention Citoyenne pour le Climat. (29 de Enero de 2021). LES PROPOSITIONS de la Convention Citoyenne pour le Climat. Obtenido de https://propositions.conventioncitoyennepourleclimat.fr/pdf/ccc-rapport-final.pdf
*Negritas e imágenes seleccionadas por el editor.