Diálogo de saberes para la salud del suelo: encuentro entre conocimiento ancestral y ciencia para una agricultura más sustentable
El proyecto “Diálogo de saberes para la salud del suelo: aproximación intercultural para la transición agroecológica”, financiado por el Fondo Semilla del Instituto para el Desarrollo Sustentable, realizó recientemente su actividad de cierre, instancia en la que se presentaron los principales resultados de una investigación que buscó identificar, rescatar y sistematizar los saberes y prácticas de manejo del suelo de pequeños agricultores y comunidades mapuches, para ponerlos en diálogo con el conocimiento científico frente al desafío de avanzar hacia modelos agroecológicos sostenibles.
Liderado por los académicos del Instituto para el Desarrollo Sustentable, IDS, Manuel Tironi, Mónica Antilén y Eduardo Arellano, el proyecto surgió ante la urgencia de desarrollar sistemas agrícolas más sustentables, en un contexto de crisis ambiental, climática y de pérdida de biodiversidad.
La ceremonia de cierre se realizó en la Aldea Intercultural de Curarrehue con la participación del alcalde comunal, Daniel Parra, autoridades nacionales y regionales del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) y autoridades de la Pontificia Universidad Católica de Chile.



Resultados: saberes que fortalecen la salud del suelo
Durante la jornada de cierre, la Dra. Mónica Antilén destacó que “a cada agricultor se le entregó cartillas con los resultados de los análisis de suelos, respondiendo consultas y aclarando dudas sobre cómo estos resultados se relacionaban con las diversas prácticas observadas en huertos y praderas”. Los resultados, explicó, evidencian que las prácticas agrícolas se agrupan según su tipo de manejo y que los saberes campesinos, muchos transmitidos de generación en generación, promueven la salud del suelo y fortalecen sus funciones ecológicas, hallazgos respaldados por los análisis científicos del proyecto.
El trabajo colaborativo con las comunidades fue, según los investigadores, una de las experiencias más enriquecedoras del proceso ya que permitió “un diálogo genuino de saberes entre las comunidades y el equipo técnico-científico. Esta experiencia destacó la importancia de reconocer y valorar los conocimientos locales y tradicionales como base para construir estrategias sostenibles de manejo del suelo. Además, se fortalecieron los lazos de confianza y colaboración. Entre los aspectos más significativos se encuentra la participación activa de las y los agricultores, su disposición para compartir experiencias, y el reconocimiento mutuo como parte fundamental del proceso de transición hacia modelos agroecológico”, señaló la Dra. Antilén.



El suelo como entidad viva
Por su parte, Manuel Tironi destacó que el cierre del proyecto incluyó “el diseño e impresión de una pieza didáctica pensada para la difusión comunitaria y educacional de los principales resultados. También está en curso el diseño de un póster que muestre la importancia de los suelos según la experiencia que se recabo en terreno”.
En este trabajo los académicos lograron identificar que los campesinos y campesinas han logrado identificar bioindicadores para evaluar la salud de sus suelos, y que han acumulado prácticas de cuidado y gestión acordes a los requerimientos que presentan sus suelos. “El suelo es una entidad que sobrepasa la idea de “recurso”: el suelo se entiende como algo vivo, tiene historia y genera relaciones, pertenencia y cariño”, enfatizó Tironi.
“Conocer las experiencias y prácticas campesinas nos permitió entender que la agroecología no es un programa que hay que enseñarle a las y los agricultores, sino una sensibilidad teórica y práctica —adaptada a sus condiciones locales— que ya tienen”, reflexionó.



Un trabajo transdisciplinario con raíz territorial
El proyecto, desarrollado en Curarrehue, zona andina de la Región de La Araucanía, contó con la colaboración del Centro UC de Desarrollo Local (CEDEL), el Campus UC Villarrica, la Municipalidad de Curarrehue, el Programa de Desarrollo Territorial Indígena (PDTI) y el Instituto de Desarrollo Agropecuario INDAP regional.
A través de un enfoque transdisciplinario que integra las ciencias sociales, agrícolas y químicas, el equipo implementó metodologías colaborativas, etnografía, análisis predial y caracterización de suelos. Su objetivo fue no solo documentar y visibilizar el conocimiento local, sino integrarlo en políticas públicas que promuevan sistemas agrícolas más resilientes, inclusivos y sostenibles para la agricultura indígena y campesina en Chile.