¿Qué tan listas están las ciudades para hacerse cargo de sus nutrientes?: Estudio establece indicador para medir la “capacidad de circularidad de nutrientes” en urbes latinoamericanas
La investigación en la que participa la académica UC, Claudia Pabón, propone un indicador para medir la capacidad que tienen las regiones metropolitanas para gestionar circularmente sus nutrientes. El indicador aplicado a 10 ciudades sudamericanas, posicionó a Montevideo y Santiago de Chile en los primeros lugares en el ranking de circularidad. El trabajo publicado en el prestigioso journal Q1 “Resources, Conservation & Recycling”, es la primera investigación con afiliación UC de la académica Pabón, a través del Instituto para el Desarrollo Sustentable y la Escuela de Administración.
“Teniendo en cuenta que América del Sur es a la vez el continente más urbanizado del mundo en desarrollo (más del 80 %) y uno de los principales productores de alimentos del planeta, la interacción entre los ciclos de nutrientes urbanos y rurales es de gran relevancia”, expresan los investigadores en el estudio titulado “Evaluación de la capacidad de circularidad de nutrientes en áreas metropolitanas de América del Sur”.
Claudia Pabón, coautora de la investigación, especialista en economía circular, valorización de biorecursos, y académica del Instituto para el Desarrollo Sustentable y la Escuela de administración UC, detalla que antes de dicho estudio no existía un indicador a nivel urbano para medir el potencial de una ciudad para cerrar su ciclo de nutrientes, principalmente enfocado en el nitrógeno y fósforo. Es por eso que la investigación buscó generar una herramienta para que, cualquier ciudad o región metropolitana, pueda evaluar su capacidad de generar circulos virtuosos en dicha materia, para que aquellos residuos con nutrientes puedan retornar como biorecursos a la producción de alimentos.
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Hablemos de economía circular aplicada
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Con esa meta en mente, la estudiante doctoral Alma Fleitas junto con sus supervisores Claudia Pabón y Tom Wassenaar de la Universidad de Montpellier de Francia, lograron sintetizar cientos de factores que afectan a los sistemas de gestión de recursos circulares, en un conjunto integral de 4 temas centrales, 12 elementos de influencia y 11 indicadores que se pueden evaluar en cualquier contexto.
Tras medir a Sao Paulo, Buenos Aires, Lima, Bogotá, Santiago, Caracas, Quito, Asunción, Montevideo y Santa Cruz de la Sierra; la investigación arrojó que la ciudad uruguaya y la capital chilena poseen el mayor potencial de circularidad del continente, mientras que Asunción y Buenos Aires están en los últimos puestos. Pero, ¿a qué se debe esa diferencia?
En la siguiente entrevista, Claudia relata las particularidades del estudio, desglosa las características que influyen en una buena o deficiente capacidad de circularidad de nutrientes, proyecta los usos que podría generar en la industria y políticas públicas, e invita a participar en un seminario-taller sobre la temática en diciembre 2023.
Para aterrizar bien la idea, ¿a qué nos referimos con la gestión circular de los nutrientes?
Nos referimos a recuperar los nutrientes, cerrar los ciclos y eliminar la contaminación ambiental derivado de ellos. No se habla de una tecnología en particular, sino de hacerse cargo de los nutrientes, porque hoy por hoy no hay medidas concretas en las ciudades latinoamericanas, que vayan en pos de ese objetivo. En los años 40’ aprendimos a fijar nitrógeno de la atmósfera y convertirlo en fertilizantes químicos, que son los que hoy llevamos al campo. Eso significa que tenemos un influjo permanente de macronutrientes que están llegando de la atmósfera al suelo, y del suelo al agua, y que básicamente ahí quedan. Eso genera contaminación. También extraemos fósforo en forma de roca fosfórica en lugares como China y Marruecos, los cuales son finitos, por lo cual estamos expuestos a escasez de recursos en el mediano plazo.
Por otro lado, los residuos orgánicos urbanos sólidos y líquidos; la orina y heces humanas, así como los subproductos de la industria de alimentos, tienen este nitrógeno y fósforo, que se demandan en la agricultura. Hoy por hoy, son un problema que genera, por ejemplo, contaminación por algas en lagos y estuarios, pero que como vemos también tienen un gran potencial, más aún si se considera que en Chile cerca de un 80% de los nutrientes que se utilizan en agricultura son importados.
Entonces ahí la importancia de generar un “reciclaje” de nutrientes o darle una vida más circular, volver a utilizarlos en otras áreas, ¿no? En ese sentido, ¿qué fue lo que encontraron tras las mediciones?
En general lo que se encuentra es que las ciudades que están mejor en términos de capacidad de circularidad, son las que tienen instituciones, información, capacidad material, tecnológica, innovación, emprendimiento y otros factores que le dan el potencial para hacerse cargo de este desafío. Santiago y Montevideo son las que presentan mejor puntaje en estos factores. Esto no significa que estén haciendo una gestión circular de sus nutrientes, sino que tienen la capacidad o potencialidad de hacerlo.
¿Cuáles son las debilidades o fallas de las ciudades que tienen una menor capacidad de circularidad de nutrientes?
Hay muchas fallas. Por ejemplo, una de las fallas es la infraestructura escasa o inadecuada. Por ejemplo, ¿cómo disponemos los residuos orgánicos en Sudamérica? A través de rellenos sanitarios o vertederos, principalmente. Cuando se entierran los recursos, no hay manera de recuperarlos para poder cerrar los ciclos. Y a nivel de heces y orina, que tienen mucha importancia por la cantidad de nutrientes que significan para una ciudad, hay muchas urbes que siquiera tienen resuelto su tema de las aguas servidas. Y las que sí lo tienen, por lo genera,l no poseen legislación o infraestructura pensada para recuperar los nutrientes.
¿Qué es lo que hace único a este estudio? ¿Cuáles son sus particularidades?
Lo que lo hace único es que hoy en día no existe un indicador a nivel urbano para medir el potencial de una ciudad para cerrar sus ciclos de nutrientes. Y tener un macroindicador (como este), da un marco de trabajo claro para las ciudades que quieran empezar a hacerlo. Porque este es uno de los 9 límites planetarios propuestos por el Instituto de Resiliencia de Estocolmo, del que aún tenemos que hacernos cargo. Otro de esos límites es el cambio climático del que todos escuchamos, pero este macro problema es aún poco comunicado. Las ciudades que quieran empezar a gestionarlo necesitan de un marco por el cual partir y éste paper entrega un “framework” de las 12 cosas que debes medir y que deberías potenciar para poder empezar a hacer cosas al respecto. Este indicador lo podrían usar instituciones globales que trabajen con ciudades en temas de sostenibilidad, para empezar a medir y patrocinar programas que le apunten a este objetivo planetario de los nutrientes.
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Un segundo estudio listo para compartir: foco en Santiago de Chile
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Para continuar con el análisis de la circularidad de nutrientes en urbes, Pabón y su equipo están trabajando en una segunda investigación, cuyo foco es el análisis detallado de los ciclos de nutrientes en la Región Metropolitana de Chile. “En éste estudio utilizamos herramientas del análisis de sistema y la planificación urbana para generar un diagnóstico integral cuantificado y unas propuestas de narrativas de futuro para la Región Metropolitana de Santiago”, plantea la investigadora.
“A partir de más de 25 entrevistas a representantes de empresas e instituciones públicas y del análisis de información secundaria, medimos el flujo de nutrientes y generamos un mapeo institucional y de recursos usando GIS, con el fin de identificar puntos de entrada que faciliten la transición hacia una mayor simbiosis industrial en lo relacionado con el ciclo biológico”, explica la académica UC.
Con estas investigaciones “el ejercicio que hacemos es poner el tema en la discusión pública, porque no lo está. Para debatir cómo podríamos hacerlo a nivel de tecnologías, inversiones…Y estos estudios presentan una imagen de cómo estamos”, enfatiza la docente.
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Seminario-taller “Región circular: Estrategias para Cerrar los Ciclos de Nutrientes en la Región Metropolitana”
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La académica Claudia Pabón, en conjunto a la Escuela de Administración UC, el Instituto para el Desarrollo Sustentable y Cirad (Agricultural Research for Development), con el apoyo de las Facultades de Agronomía y Sistemas Naturales, el Instituto de Georafía, y el patrocinio de la Seremi de Medio Ambiente de la Region Metropolitana, están organizando un seminario internacional para aborar las estrategias para cerrar los ciclos de nutrientes en la Región Metropolitana.
Dentro de los tópicos a abordar están la gestión circular de nutrientes con experiencias internacionales y del sector público y privado chileno, junto con los avances científicos en el estudio de los sistemas alimentarios con un enfoque ciudad-región.
“Tenemos confirmados invitados de Colombia, Italia, Suiza, Holanda, Francia, quienes compartirán con nosotros sus experiencias de investigación e innovación en la gestión de nutrientes en ciudades. Por otro lado, también nos acompañan profesionales del Ministerio de Medio Ambiente, la Seremi de la Región Metropolitana, y varias otras instituciones públicas y privadas relacionadas con la temática, con quienes estaremos construyendo narrativas de escenarios futuros para la Región Metropolitana de Santiago”, adelanta Pabón.
El evento contará con una sesión presencial el miércoles 06 de diciembre (9:00 am a 17:30 hrs), y un espacio híbrido el jueves 07 de diciembre ( 9:00 am a 13:30 hrs). Los detalles de la actividad e inscripciones están disponibles y existen cupos limitados.