Desarrollo Sostenible en las municipalidades de Chile: Un desafío pendiente
En la tercera columna del blog de SDSN Chile, desde el Observatorio Observa Biobío abordan el desafío de los municipios para alcanzar un óptimo cumplimento de la Agenda 2030.
Por: Gustavo Bascuñan y Vanesa Muñoz Coloma, Observatorio Observa Biobío
El desarrollo sostenible se define como: “la satisfacción de las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades” (Informe Brundtland, 1987). En función de esta definición, han surgido diversos compromisos y planes de acción por parte de instituciones gubernamentales y no gubernamentales para lograr un modelo de desarrollo equilibrado entre el crecimiento económico, el desarrollo social y el resguardo del medio ambiente.
A pesar de las medidas adoptadas por diversos gobiernos, incluyendo Chile, para gestionar y medir el desarrollo sostenible en base a la Agenda 2030 y los ODS, en Observa Biobío hemos identificado un desafío a escala local: la dificultad para asegurar que las directrices nacionales se implementen efectivamente en la gestión pública municipal.
Avances y desafíos:
Si bien algunos municipios han implementado agendas de sostenibilidad, incluyendo acciones para la inclusión social, equidad de género, ecoeficiencia y gestión de residuos, aún existe una brecha considerable para alcanzar un cumplimiento óptimo de la Agenda 2030.
Al poner la Agenda 2030 como un checklist de cumplimiento, nos encontramos que desde la realidad de nuestros municipios la brecha por alcanzar un estándar óptimo de cumplimiento aún se ve lejana. Las principales dificultades para lograr este objetivo incluyen la falta de recursos humanos y financieros, una débil institucionalidad, la necesidad de fortalecer la gobernanza democrática territorial con participación ciudadana, rendición de cuentas y transparencia. Más, sumado a los acontecimientos de los últimos años donde un porcentaje considerable de autoridades municipales se encuentran bajo medidas de investigación por prácticas que faltan a la probidad.
Un llamado a la acción:
La creación de una hoja de ruta para la gestión municipal alineada con el desarrollo sostenible y la Agenda 2030 no es solo responsabilidad de los agentes públicos locales. Desde Observa Biobío, hemos corroborado esta convicción a través de diagnósticos realizados con diversos actores.
¿Cómo podemos contribuir? En primer lugar, generando consensos sobre conceptos y prácticas universales adaptables a distintos territorios, independientemente de sus recursos y tamaño. Para ello, es fundamental el apoyo de la academia, la sociedad civil y la creación de espacios de colaboración con el sector privado.
Desde 2021, Observa Biobío ha implementado mediciones a nivel nacional sobre desafíos del desarrollo sostenible. Primero con levantamiento de buenas prácticas en periodo de pandemia, luego con una radiografía sobre la inclusión laboral y equidad de género en la administración municipal y, desde este año, en el análisis sobre cómo las administraciones locales aportan al cumplimiento de la Agenda 2030.
Los hallazgos en estos distintos instrumentos de medición nos han permitido concluir que uno de los principales desafíos es innovar en herramientas y metodologías para medir y comparar avances y prácticas en desarrollo sostenible, y una mayor sensibilización y comprensión de la sostenibilidad en la gestión pública, y mayor visibilización de prácticas replicables.
Hacia dónde avanzar
Fortalecer la institucionalidad: Es fundamental crear una institucionalidad sólida que permita la planificación, implementación, gestión y seguimiento de políticas públicas de desarrollo sostenible. Considerando que desde la gestión municipal existen áreas e instrumentos con potencial de gran impacto en el desarrollo sostenible de la comunidad, como por ejemplo el diseño e implementación de los Planes de Desarrollo Comunal, PLADECO.
Aumentar la inversión: Se requiere una mayor inversión en capacitaciones, infraestructura verde, transporte público, educación ambiental y programas sociales, para lo cual el rol de los privados es fundamental en cómo integrar las necesidades de las comunidades en el diseño de sus inversiones y/o en la definición de prácticas con enfoque en responsabilidad social, teniendo presentes a los municipios como la entidad garante de las necesidades del territorio.
Gobernanza democrática territorial: Promover la participación activa y colaborativa de la ciudadanía y todos los actores involucrados, para lo cual la academia y las organizaciones de la sociedad civil pueden ejercer roles como la disposición de metodologías, la participación de profesionales y estudiantes, así como también alineando proyectos e investigaciones que tengan un potencial de impacto en los territorios, sobre todo en aquellos más alejados de las capitales regionales o provinciales.
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SDSN Chile es la bajada local de la red de soluciones para el desarrollo sostenible de Naciones Unidas. El proyecto en Chile es coordinado por el Instituto para el Desarrollo Sustentable UC